«Descuentos del 40%,70% y 90%. Quinta unidad, gratis».
“Si te das de alta, 60% adicional”.
«Solo quedan 2 unidades y hay 500 personas mirando en este mismo instante el mismo producto».
«Oferta fugaz. Finaliza en 30 segundos…no la puedes dejar escapar».
¿Te suena todo esto? Este bombardeo de mensajes no es casual, sobre todo en momentos de gran consumo, como el Black Friday. Son lo que se conoce como patrones oscuros (dark patterns): estrategias de diseño digital que buscan persuadirnos, manipularnos e incluso engañarnos para que compremos de forma compulsiva.
Estas tácticas, habituales en marketplaces, webs de viajes y tiendas online, crean una falsa sensación de urgencia y escasez. El objetivo es empujar a las personas consumidoras a realizar compras impulsivas, sin tiempo para comparar precios, comprobar si la rebaja es real, evaluar si la calidad se ajusta a lo que queremos, o reflexionar sobre si realmente necesitamos ese producto. Como resultado, es habitual que acabemos gastando más de lo previsto, comprando algo que no habíamos planeado o recibir un producto de una calidad inferior a la esperada.
Algunas de las prácticas más engañosas (y frecuentes)
- Las falsas rebajas. Ya se ha demostrado en repetidas ocasiones que muchas de las rebajas que nos venden como oportunidades únicas y pasajeras son engañosas: es habitual que, pasado el tiempo, se mantengan las mismas ofertas. Además, en fechas señaladas como el Black Friday, se ha detectado que algunas empresas suben los precios días antes para luego “rebajarlos” a su coste original, haciendo creer a las personas consumidoras que se trata de un descuento. Esta práctica ya ha sido sancionada por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y ratificado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
- La personalización de precios. Los algoritmos utilizan nuestro historial de navegación, ubicación e incluso los datos de nuestro dispositivo para mostrarnos precios “a nuestra medida”, diferentes para cada usuario. Estos precios personalizados se configuran a través de los datos que compartimos cuando nos damos de alta en un marketplace, al descargar una aplicación, al hacer una compra online o, simplemente, al hacer búsquedas en Internet. Todo ello facilita información sobre nuestra capacidad económica y sobre nuestra forma de comprar: si solemos comparar productos y reflexionar varios días antes de tomar una decisión o si, por el contrario, tendemos más a comprar de forma impulsiva. A pesar de que la normativa exige transparencia sobre cómo se fijan los precios y qué datos se utilizan y consentimiento expreso por parte de las personas usuarias, no suele cumplirse.
Este tipo de estrategias, además de engañar a las personas consumidoras, tienen un efecto devastador para el planeta: la fabricación de productos nuevos a partir de combustibles fósiles, la contaminación del agua, el gasto de energía y agua, el transporte o la generación de residuos de productos que acabarán en la basura amontonados en otro país o en una app de productos de segunda mano.
Consejos para sobrevivir al Black Friday y a los patrones oscuros
- No te fíes de las ofertas momentáneas o de los descuentos exagerados: muchas veces no son ciertas y las rebajas se repiten constantemente. Compara webs y precios y compra con tranquilidad.
- Para evitar la generación de perfiles que facilitan los precios personalizados, navega de forma anónima en internet y comparte la menor cantidad de datos posible. Par ello, usa navegación oculta, borra el historial en tu navegador y en las aplicaciones y activa extensiones antitrackers y bloqueadores de publicidad y cookies.
- No te dejes engañar por las estrategias del happywhashing. Comprar muchas cosas no te hace más feliz, o esta felicidad será efímera y nada barata, ni para ti ni para el planeta. Reflexiona sobre lo que realmente necesitas.
- Apuesta por las tiendas del barrio, la producción y el empleo local y por la sostenibilidad. Acude a mercados de segunda mano o a plataformas de donación. Repara, regala y reutiliza.
- Si has sido víctima de un patrón oscuro y has comprado por Internet algo que no querías, recuerda que tienes un plazo de 14 días para ejercer tu derecho de desistimiento, por el que no necesitarás ninguna razón para devolverlo. Solo tendrías que pagar el transporte de la devolución si el vendedor así lo indicó previamente.


