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Comunicación

Nuevo estudio: Unos platos preparados más sanos y sostenibles podrían ahorrar miles de millones y reducir las emisiones de la UE

  • La Federación de Consumidores y Usuarios CECU pide a los Ministerios implicados que apoye en la UE la introducción de requisitos legales para las grandes empresas, para mejorar la composición de los platos preparados. 

Un nuevo estudio realizado por Systemiq, una empresa de cambio de sistemas, revela que adaptar los platos preparados (precocinados listos para consumir) a las directrices de salud y sostenibilidad también tiene beneficios económicos para las personas consumidoras de la UE: podrían ahorrar 2.800 millones de euros al año al mismo tiempo que dispondrían de alimentos más sanos. El estudio concluye que la Unión Europea podría reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en unos 48 millones de toneladas anuales, lo que retiraría de la circulación hasta 38 millones de coches nuevos al ajustar los platos precocinados a las normas sanitarias y de sostenibilidad establecidas.  

El estudio, apoyado por la Federación de Consumidores y Usuarios CECU, junto a organizaciones sanitarias, de consumidores y ecologistas europeas, demuestra que mejorar estas comidas reduciría los costes de los ingredientes, lo que permitiría a supermercados y restaurantes ofrecer opciones de comidas más nutritivas a precios asequibles. Por ello, las organizaciones firmantes piden a los grandes supermercados, empresas de catering y cadenas de restaurantes europeos que adopten estas normas. 

En palabras de Eduardo Montero, de la Federación de Consumidores y Usuarios CECU: «Hacer que los platos preparados sean más sanos y sostenibles es una política acertada en todos los aspectos. Las opciones más sanas y sostenibles no tienen por qué ser tan caras, sino todo lo contrario. Este oportuno hallazgo muestra una solución beneficiosa para todos, en la que podemos mejorar la salud de las personas y del planeta a precios asequibles. Esto cobra relevancia conforme Europa atraviesa una crisis del coste de la vida y es que, aunque CECU defendemos dietas con alimentos naturales y poco o nada transformados, la popularidad de los platos preparados se está disparando en los últimos tiempos. 

Además de mejorar la economía de las consumidoras y el medio ambiente, el estudio también concluye que la mejora de la salud y la sostenibilidad de los alimentos preparados podría contribuir a reducir las principales enfermedades relacionadas con la alimentación en la UE, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares (cardiopatías y accidentes cerebrovasculares), las enfermedades hepáticas y la diabetes.  

Los platos preparados constituyen una sexta parte (17%) de la ingesta calórica total de la UE. Esto también forma parte de una tendencia al alza: en los últimos 15 años, la población de Italia, Alemania y España ha consumido entre un 40% y un 60% más de platos preparados, lo que subraya la urgente necesidad de adoptar medidas reguladoras para evitar crisis sanitarias inminentes. 

Por este motivo, a pesar de que CECU defiende el consumo de alimentos naturales y no procesados como la mejor opción, también asume que estas opciones listas para comer contribuyen sustancialmente a afrontar los retos sanitarios y medioambientales de las sociedades europeas. Cargadas de sal, azúcares, grasas, proteínas animales y calorías en exceso, estas opciones listas para comer superan con creces los niveles saludables recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión EAT-Lancet. 

Los platos precocinados suelen contener tres veces más sal de la recomendada por las directrices de la OMS. Asimismo, tienen el doble de carne roja que el consumo medio europeo, y más de cuatro veces más carne roja que la recomendada por la «dieta planetaria » elaborada por científicos y nutricionistas de EAT-Lancet. 

Por término medio, la ciudadanía europea consumo en exceso sal, azúcar, grasas, proteínas animales (sobre todo carne de vacuno, cerdo, huevos, productos lácteos y aves de corral) y calorías, y en menor medida verduras, frutas, cereales integrales y legumbres. Alrededor de un millón de muertes al año se atribuyen a dietas poco saludables en la UE. 

Es importante señalar que las grandes empresas controlan la distribución de comidas preparadas, ya que representan el 78% de las ventas en el sector minorista y el 48% en el sector de servicios alimentarios/catering, por lo que se pueden imponer cambios sin perjudicar a las pequeñas y medianas empresas. 

«Estas convincentes conclusiones subrayan la urgencia de que la Comisión Europea imponga unos requisitos mínimos de sostenibilidad y salud a las cadenas de restaurantes y a los grandes minoristas de alimentación para los platos precocinados que venden. En el contexto actual de protestas de los agricultores y de aumento del coste de la vida, este planteamiento tiene más sentido que nunca: hace recaer la responsabilidad de abordar los problemas medioambientales y de salud pública en las grandes empresas, en lugar de en los agricultores o las personas consumidoras«, ha declarado Julia Christian, responsable de la campaña Bosques y Agricultura de la ONG de bosques y derechos Fern. 

Según una encuesta de 2023, tres de cada cuatro europeos piensan que las grandes empresas deberían garantizar que los alimentos que venden se producen de forma sostenible.  

La alimentación es la principal causa del cambio climático vinculado al consumo en la UE, ya que representa el 38% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al consumo. La carne, los productos lácteos y el pescado representan el 70% del impacto climático global de la alimentación. La ganadería es también uno de los principales motores de la deforestación, la contaminación y escasez de agua y la contaminación atmosférica, junto con repercusiones sanitarias como las enfermedades zoonóticas, la resistencia a los antimicrobianos y las enfermedades transmitidas por los alimentos. 

 

 

La lista completa de organizaciones de la sociedad civil que apoyan este llamamiento a la acción es la siguiente: Federación de Consumidores y Usuarios CECU; the European Public Health Alliance (EPHA); Fern; the German Alliance on Climate Change and Health (KLUG); Italy’s Consumer Defense Association (Associazione Italiana Difesa ConsumatoriAdiconsum); Madre Brava; Physicians’ Association for Nutrition; the Portuguese Association for Consumer Protection (DECO), BirdLife Europe & Asia y the European Environmental Bureau (EEB).