Este 15 de marzo de 2024, CECU se une a las defensoras de las personas consumidoras de todo el mundo, organizaciones internacionales y aliadas para abogar por una «IA justa y responsable para los consumidores» en el Día Mundial de los Derechos del Consumidor. A medida que la adopción de la IA sigue aumentando, impulsada por el auge de la tecnología de IA generativa, la IA tiene y seguirá teniendo un impacto en muchos aspectos de nuestras vidas, desde el trabajo, la seguridad, las finanzas, la educación y la salud.
Como parte de esta iniciativa global, cientos de otras organizaciones de consumidores se han unido para llevar a cabo actividades y llamadas a la acción, tales como debates, concientización en espacios públicos, apariciones en los medios de comunicación, cartas a los responsables de la toma de decisiones y muchas más.
David Sánchez, director de CECU sostiene “Desde CECU venimos trabajando en los riesgos que la IA presenta para las personas consumidoras, tanto a nivel regulatorio –dando seguimiento al Reglamento Europeo de IA- como concienciando y sensibilizando sobre el uso responsable de esta tecnología. En el Día Mundial del Consumidor llamamos a las autoridades públicas a aplicar los marcos legales existentes para proteger a las personas consumidoras desde ahora y no esperar a aplicación del Reglamento de IA. Sin embargo, también llamamos a las autoridades españolas a trabajar en la implementación más garantista posible del referido Reglamento, de manera que se protejan los derechos fundamentales de todos”.
A lo largo de estas campañas, las demandas se centran en una mayor transparencia y responsabilidad en el diseño y desarrollo de la IA, para que las personas consumidoras puedan tomar decisiones informadas y saber a quién acudir si sufren daños.
Dado que estas campañas se llevan a cabo en todo el mundo, los organizadores del día, Consumers International, reunirán a una coalición de líderes gubernamentales, empresariales y defensores de los consumidores del 11 al 15 de marzo para un diálogo centrado en soluciones. En él se explorarán las normas mundiales que se necesitan para trascender las fronteras lingüísticas y del mercado, y cómo trasladar la responsabilidad por los daños a las personas consumidoras hacia los desarrolladores y los implementadores de la IA.