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Comunicación

La subida de la luz ¿Cómo protegernos?

Este año está siendo una pesadilla para los consumidores eléctricos. La constante subida del precio de la energía en el mercado mayorista unido al nuevo sistema de tarifas implantado el pasado 1 de junio no hace sino aumentar la incomprensión generalizada que ya existía sobre los conceptos que pagamos en nuestra factura de suministro eléctrico.

Los precios de la electricidad comenzaron el año con un importante aumento con respecto al año 2020, siendo el precio medio final del mes de enero de 70,28 €/MWh; febrero tuvo una significativa bajada y a partir del mes de abril los precios no han parado de subir, como se puede apreciar en el gráfico de OMIE llegando a alcanzar precios de 129 €/MWh.

 

Precio final anual 2021

 

Los consumidores quedamos atrapados como clientes cautivos en la escalada de precios de un servicio esencial del que no podemos prescindir. Esta situación adquiere mayor gravedad para el 26,4% de población que según el INE se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social. Necesitamos reformas urgentes del sistema eléctrico y medidas contundentes que no permitan la especulación para un suministro básico como es la energía.

Pero mientras nuestros gobernantes se ponen de acuerdo en las soluciones, desde CECU Intentamos aclarar de manera muy escueta qué conceptos pagamos principalmente en nuestras facturas y en qué proporción; esto nos facilitará encontrar las mejores fórmulas para que nuestros consumos sean más eficientes, tanto energética como económicamente. El conocimiento nos permite siempre la oportunidad de elegir nuestras mejores opciones.

Existen tres componentes básicos en nuestra factura de la luz:

1º.- Peajes y cargos: es un precio fijo que pagamos por el acceso al servicio y sirve para cubrir los costes del sistema eléctrico, (redes de transporte y distribución, extracostes insulares, déficit de tarifa,…). Este coste no es variable, puesto que se fija anualmente por el Gobierno (cargos) y la CNMC (peajes). Debido a la implantación del nuevo sistema de tarifas en el sector doméstico, en la actualidad su proporción ha disminuido, representando poco más del 30% de lo que pagamos en nuestras facturas; y está previsto que siga disminuyendo con la implementación de la ley del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) que irá trasladando paulatinamente en los próximos 5 años el pago del RECORE (régimen retributivo de renovables, cogeneración y residuos) desde los costes fijos del sistema (cargos), a las compañías suministradoras, que tendrán que aplicarlo al precio de venta de la energía.

2º.- Energía consumida: esto es lo que pagamos por nuestro consumo propiamente dicho, es decir, lo que nos cuesta la energía que consumimos. El precio de la energía si es variable, pues depende de nuestro nivel de consumo y de las fluctuaciones de precio en el mercado mayorista, de modo que puede suponer hasta casi el 50% de lo que pagamos en la factura. Podemos contratar la energía a un precio fijo (todas las horas cuestan lo mismo), o indexado al precio del mercado mayorista (cada hora tiene un precio distinto).

3º.- Impuestos: Debido al incremento de precios de la electricidad en el mercado mayorista, el tipo de I.V.A. impositivo aplicado a la factura de suministro eléctrico se ha rebajado de forma excepcional y transitoria del 21% al 10%. Esta medida se mantendrá vigente desde el 26 de junio hasta el 31 de diciembre de 2021, para contratos de potencia no superior a 10 kW y siempre que el precio medio mensual del mercado mayorista en el mes anterior al de la facturación haya superado los 45 €/MWh. También se aplica el 5,11% del impuesto eléctrico.

 

¿Cómo podemos actuar?

En primer lugar, sobre la parte fija, de peajes y cargos. Debemos comprobar que tenemos la potencia contratada adecuada a nuestros consumos (se trata de los electrodomésticos que podemos tener funcionando al mismo tiempo). La nueva tarificación establece dos periodos de potencia y podemos contratar una potencia diferente para cada uno de ellos, según nuestra necesidad, lo que nos permitirá ajustarnos mejor a nuestros hábitos de consumo.

– Laborables de 8:00 h a 12:00 h.

– Laborables de 24:00 h a 8:00 h y todas las horas de los fines de semana y festivos nacionales.

Para conocer esta información, solo tenemos que entrar en nuestro contador a través de la página web de nuestra distribuidora. Este dato podemos encontrarlo en nuestras facturas, tal y como se muestra en la imagen:

 

Cambios nueva factura 2

 

En segundo lugar, sobre la parte variable, el consumo de energía. Como esta parte es mayor, te recomendamos en lo posible consultar los tramos horarios donde la energía es más barata, en la página web del operador del mercado, OMIE y tratar de acoplarnos a ellos. https://www.omie.es/es

También es útil intentar trasladar aquellos consumos que no necesitan realizarse en un horario determinado para hacerlos coincidir con los horarios en que los peajes y cargos son menores:

 

–  Periodo valle: días laborables por la noche (desde las 12 de la noche hasta las 8 de la mañana) y todas las horas del fin de semana.

–  Periodo llano: días laborables de 8 a 10 de la mañana, de 2 a 6 de la tarde y de 10 a 12 de la noche.

 

En este punto queremos destacar que con frecuencia los días laborables en el tramo horario de 4 a 6 de la tarde suele producirse una bajada en el precio de la energía por la reducción de la demanda, de modo que si tienes un contrato de tarifa PVPC ó indexado, es un momento muy favorable para realizar consumos, porque además coincide con el tramo horario en periodo llano donde el precio de peajes y cargos es también menor.

En tercer lugar, te recordamos que el ahorro (reducción del uso) y la eficiencia (obtener el máximo rendimiento de ese uso), nos ayudarán a reducir el precio de nuestras facturas. Puedes encontrar algunas medidas sencillas que podemos implementar en nuestro día a día dentro de nuestro proyecto “La factura de la luz, luces y sombras”.

Por último queremos recomendar a los consumidores que revisen bien las condiciones de las ofertas a precio fijo que ahora nos ofrecen las comercializadoras para “escapar” de la subida de precios de la luz; no siempre son favorables a nuestros intereses. Solo hay que pensar que la labor de una comercializadora es la gestión de la compra de energía en el mercado mayorista y la posterior facturación de nuestros consumos (pagan por adelantado la energía que consumimos, por lo que a ellas si les afectan los precios horarios de nuestros consumos). ¿Podemos pensar entonces que una comercializadora pueda ofrecernos un mejor precio que el que ella misma paga en el mercado mayorista?

 

CECU

2021