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Comunicación

El desperdicio de alimentos tiene que ser una responsabilidad compartida

Desde la Federación de Consumidores y Usuarios CECU reclamamos al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que retome la propuesta de ley de prevención de las pérdidas y desperdicio de alimentos y que amplíe las responsabilidades a todos los agentes de la cadena alimentaria. 

Como cada 29 de septiembre, ayer se celebró el Día Internacional de concienciación sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos. Y como cada año, los mensajes se dirigen principalmente a la responsabilidad de todas nosotras como consumidoras para acabar con este problema. Sin embargo, ¿es solo o principalmente nuestra responsabilidad? 

Con la excusa de que el 42% del desperdicio de alimentos es generado en hogares, prácticamente todas las administraciones públicas y agentes económicos se encargan estos días de seguir trasladándonos la responsabilidad en este problema que es global. Nadie se preocupa en identificar los motivos de que en hogares se desperdicie esta cantidad de comida y prácticamente nadie se preocupa por lo que sucede en el resto de la cadena alimentaria. La responsabilidad tiene que ser compartida o, de otro modo, este problema seguirá existiendo.  

Este año, si cabe, el día ha cobrado mayor importancia porque se esperaba la aprobación de la Ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio de alimentos. En el proceso de esta propuesta de ley CECU lleva trabajando varios años con un objetivo fundamental: cambiar el enfoque de la responsabilidad individual a un cambio de sistema en el que las administraciones públicas, la industria y la distribución sean quienes afronten su responsabilidad. Por decirlo de forma sencilla: las personas consumidoras necesitamos que nos pongan fácil no desperdiciar alimentos.  

En todo esto, es fundamental que las administraciones públicas, con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a la cabeza, tomen su responsabilidad: es necesario que cuantifiquen el problema en toda la cadena, apliquen obligaciones a todos los agentes de la cadena alimentaria y, también, que apoyen la transición hacia prácticas y modelos más responsables.  

Por este motivo, CECU pedimos y trabajamos porque este sea el año de una ley contra las pérdidas y el desperdicio de alimentos que ponga soluciones reales a este problema.