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Comunicación

Agua, elemento vital para la vida. Un bien tan escaso como necesario

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Gracias a su presencia, el cuerpo humano puede llevar a cabo procesos biológicos vitales para nuestro organismo como son regular la temperatura corporal, transportar los nutrientes y el oxígeno, eliminar las toxinas del cuerpo o lubricar las articulaciones. Es vital mantener el equilibrio constante de agua para el correcto funcionamiento del organismo, de tal modo que el tiempo máximo que podemos sobrevivir sin ingerir agua es de tan solo cinco días.

Naciones Unidas cataloga el agua como un derecho humano, ya que, como hemos visto, es el nutriente más necesario para el organismo. En su último informe sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos Informe del 2019 – No dejar a nadie atrás, reconoce los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, ambos esenciales para la erradicación de la pobreza y para construir sociedades prósperas y pacíficas, sin dejar a nadie atrás en el desarrollo sostenible.

¿Qué son las aguas de consumo humano?

Son aquellas que bien en su estado original o después del tratamiento pueden ser utilizadas para beber, cocinar, preparar alimentos, higiene personal y para otros usos domésticos, sea cual fuere su origen e independientemente de que se suministren al consumidor a través de redes de distribución públicas o privadas, de cisternas o de depósitos, públicos o privados.

También son consideradas así todas aquellas aguas utilizadas en la industria alimentaria para fines de fabricación, tratamiento, conservación o comercialización de productos o sustancias destinadas al consumo humano, así como, a las utilizadas en la limpieza de las superficies, objetos y materiales que puedan estar en contacto con alimentos.

Gestión y regulación del agua.

En España, el agua es pública y el regulador, es decir, quien ejerce el control sobre el agua, es siempre la Administración Pública. Para la adecuada gestión del agua de consumo humano es necesaria una infraestructura que posibilite su depuración, potabilización, almacenamiento y distribución. Al conjunto de estas infraestructuras y su modelo de gestión se le llama “ciclo integral del agua”. Las competencias para la gestión del agua en algunas de las fases de su ciclo integral, puede ser llevada a cabo por instituciones o empresas públicas, privadas o mixtas. En estos casos, la Administración otorga concesiones, que suelen implicar una gestión más integrada. Así, podemos ver que el abastecimiento y prestación de los servicios del agua a la población española se reparte en cuatro figuras:

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Fuente: XIV Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España 2016 elaborado por AEAS y AGA con datos recogidos en 2014.

  1. AEAS: Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento
  2. AGA: Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua Urbana

Al objeto de proteger la salud pública y garantizar que el agua de consumo sea salubre y limpia, tenemos como herramientas tanto la aplicación de las directivas europeas (Directiva 2015/1787) en la legislación nacional (RD 902/2018) como el SINAC (Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo), que recoge la información básica de las zonas de abastecimiento y la calidad del agua de consumo humano.

PROCESOS DEL CICLO INTEGRAL DEL AGUA: Se divide en tres fases:

1º.- ABASTECIMIENTO. Consta a su vez consta de dos fases:

  • Aducción: es la fase desde la captación del agua, su almacenamiento y transporte hacia las áreas urbanas en lo que se denomina “agua en alta” o agua prepotable, hasta su potabilización, que la convierte en “agua en baja”.
  • Distribución: el agua en baja (potabilizada) se almacena en depósitos urbanos para llevarla por tuberías de transporte hasta las redes urbanas y acometidas de contadores de edificios.

El agua en alta es gestionada y regulada fundamentalmente por las Confederaciones Hidrográficas que gestionan los cauces de los ríos. Estos organismos públicos autónomos planifican las inversiones y operan las infraestructuras. El consumo agrícola y el de grandes industrias o centrales eléctricas es gestionado en esta fase del ciclo, ya que estos consumidores toman directamente el agua de los cauces sin haber sido previamente potabilizada.

En el segundo ciclo del agua urbana, o “agua en baja”, los municipios y las comunidades autónomas son los principales encargados de definir la regulación y las tarifas pagadas por los usuarios, y son mayoritariamente dueños de las infraestructuras (plantas de potabilización, redes de distribución y alcantarillado, más las plantas de depuración).

2º.- SANEAMIENTO. Después de consumida, el agua pasa por:

  • Alcantarillado: infraestructura de complejas redes que transportan el agua ya utilizada hacia las depuradoras.
  • Depuración: el agua residual se trata por medios físicos, químicos y biológicos para devolverle las condiciones de salubridad que permiten su retorno a sus cauces naturales.

En depuración, solo el 6% son servicios municipales, el 65% entidades públicas, el 8% empresas mixtas y el 21% privadas (AEAS-AGA). Ahora bien, esto es en la administración del servicio de depuración. En la gestión, más del 80% son empresas privadas.

3º.- REUTILIZACIÓN: 

  • Regeneración: las aguas residuales pasan por un tratamiento de afino en las depuradoras que la convierte en apta para otros consumos (riego de jardines, producción agrícola, usos industriales…)
  • Transporte: el agua regenerada se transportaal usuario de reutilización mediante tuberías, diseñadas de manera diferente a las de abastecimiento para evitar su confusión. Puede ser sometida a procesos de desinfección adicionales.

ALGUNOS DATOS OFICIALES SOBRE EL AGUA DE CONSUMO HUMANO

Según los datos estadísticos del último informe elaborado por el INE (Instituto Nacional de Estadística), durante el año 2016 se suministraron a las redes públicas de abastecimiento urbano un total de 4.290 hectómetros cúbicos (hm3) de agua, de la que 3.200 hm3 corresponde a agua registrada, es decir, medida en los contadores de los usuarios o en otros medidores, aforos(4), etc. y 1.090 hm3 es agua no registrada (no medida o estimada mediante aforos (4)).

El consumo medio de agua de los hogares fue de 136 litros por habitante y día, y el coste unitario del agua subió un 3,2%, alcanzando los 1,95 euros por metro cúbico.

El agua no registrada (no medida), se desagrega en pérdidas reales y aparentes. Las pérdidas reales (fugas, roturas y averías en la red de suministro) se estimaron en 701 hm3, lo que supuso un 16,7% del total de agua suministrada a dichas redes. Por su parte, las pérdidas aparentes (consumos estimados, errores de medida, fraudes y consumos autorizados no medidos) fueron de 389 hm3.

  1. Medir la cantidad de agua por unidad de tiempo que llega a un depósito, por medio de la diferencia de nivel que en este último se produce.

Fuente: INE

Consultado el informe “España en cifras 2019” del INE, nos muestra que el volumen de agua de riego utilizado por las explotaciones agrarias asciende a 14948 hm3 en 2016, cifra similar a la registrada el año anterior.

Y en cuanto al precio del suministro, nos facilita la siguiente tabla:

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