Saquemos el gas de nuestros hogares

Durante años, hemos creído que cocinar con gas o con electricidad era simplemente una cuestión de preferencias. Pero en esa elección deberían pesar también otras cuestiones, como los efectos sobre la salud o las emisiones contaminantes.

Todas las cocinas de gas liberan sustancias contaminantes que son perjudiciales para la salud humana y el medioambiente. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con el tabaco y los coches, las cocinas de gas no tienen un etiquetado que advierta de sus riesgos. Un nuevo informe del CLASP y de la Alianza Europea de Salud Pública resume los problemas de salud que provocan las cocinas de gas, cuantifica el coste social que suponen, y ofrece soluciones prácticas para la eliminación progresiva de las cocinas de gas a favor de alternativas eléctricas en la UE de los 27.

El estudio advierte que cocinar con gas en una cocina europea estándar sin ventilación mecánica produce contaminación en ambientes interiores por dióxido de nitrógeno (NO2) que supera, en múltiples ocasiones y durante todas las épocas del año, las directrices sobre la calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud, y las normas de la UE en materia de contaminación del aire exterior.

A pesar de que en España se utiliza mayoritariamente la cocina eléctrica, un tercio de los hogares españoles podrían aun estar usando cocinas de gas, debido a que su uso se ha identificado en general con un menor coste y una mayor rapidez.

Más de 100 millones

de ciudadanos de la UE cocinan con aparatos de gas lo que les expone a niveles de contaminación en ambientes interiores que infringirían la normativa sobre la contaminación del aire exterior.  

Sustancias nocivas

Las cocinas de gas emiten dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono, dióxido de carbono y metano sin quemar; estas sustancias pueden permanecer en ambientes cerrados durante horas después de haber utilizado el aparato.  

Más de 700.000 niños con síntomas de asma

Más de 700.000 niños de la UE han sufrido síntomas de asma en el último año debido a las cocinas de gas.

12% asma infantil

El 12% de los casos actuales de asma infantil podrían evitarse si se retiran las cocinas de gas de los hogares de la UE.  

Efectos nocivos para la salud

En el caso de los adultos, cocinar con gas puede tener efectos nocivos en el sistema cerebral, respiratorio, nervioso, circulatorio y reproductor.  

3.500 millones de euros

Se calcula que la contaminación del aire en interiores causada por las cocinas de gas tiene un coste para la UE de 3.500 millones de euros al año en gastos sanitarios, pérdida de ingresos y productividad, y en número de años perdidos debido a enfermedad, discapacidad o muerte prematura (AVAD, años de vida ajustados por discapacidad)

Recomendaciones

La revisión activa de las regulaciones de diseño ecológico y etiquetado energético de los aparatos domésticos de cocina en la UE ofrece una oportunidad para eliminar los riesgos para la salud de la quema de gas fósil en las cocinas de toda Europa. Que la Comisión Europea apruebe, para toda la UE, leyes que protejan a los ciudadanos, estableciendo unos límites de emisión de sustancias contaminantes de las cocinas mediante la implementación de un diseño más ecológico, o facilitando información a los consumidores acerca de los peligros de las cocinas de gas a través de las etiquetas energéticas.  

Que los gobiernos locales y de los Estados miembros voten a favor de una normativa que tenga en cuenta a las personas y al planeta, y que incluya incentivos para acelerar la plena electrificación de los hogares. Es hora de aprovechar el momento y hacer la transición hacia tecnologías de cocción limpias. 

La mayoría de los adultos españoles utilizan algún tipo de ventilación cuando cocinan, principalmente a través de una campana extractora. La eliminación de olores es la razón principal, mientras que la reducción de la contaminación del aire sólo es importante para una quinta parte. Que las personas se conciencien y protejan contra los peligros que entraña la contaminación del aire interior, comprometiéndose a mantener una ventilación adecuada y buscando alternativas de cocción, como las cocinas de inducción u otros electrodomésticos con funcionamiento eléctrico.  

Que la sociedad civil y los profesionales de la salud muestren al público en general la relación entre las cocinas de gas y la salud, y fomenten su concienciación al respecto, apoyando medidas a favor de mitigar los efectos y daños sobre la salud.

Estudio de CLASP

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