En España hay unos 23 millones de usuarios de apps que descargan 3,8 millones de apps diarias. La mayoría de usuarios de smartphones descargarán alguna aplicación para consultar el correo electrónico (donde se recibirán correos con datos sensibles), para entrar en redes sociales, para realizar gestiones bancarias, para hacer compras, para guardar o compartir fotos… Todas ellas generan una ingente cantidad de información sobre nosotros que se almacena en nuestro teléfono.
¿Quién tiene acceso a estos datos?
Hay múltiples agentes que tienen acceso a toda la información que se genera a partir de un smarthphone: desarrolladores, propietarios y tiendas de aplicaciones, fabricantes de sistemas operativos y de dispositivos y otras terceras partes que pueden intervenir en la recogida y el tratamiento de datos personales, como proveedores de análisis y publicitarios. En el caso concreto de las aplicaciones, al descargarlas se nos pide autorización y acceso a determinados datos para poder utilizarlas, información que en muchos casos excede de los datos que necesitaría esa aplicación en virtud del servicio que ofrece.
Deber de información
Uno de los principales problemas en relación a la protección de datos personales es la falta de transparencia y conocimiento por parte de los interesados del tratamiento que se hará de los mismos. Esta falta de transparencia está íntimamente relacionada con una falta de consentimiento libre e informado. No se informa, en ocasiones ni siquiera en la web de la aplicación, sobre los datos concretos a los que se accederá, qué tratamiento se les dará, qué terceros tendrán acceso a ellos o a quién se cederán y con qué objetivo.
Consejos
• Navegar de anónima o privada (protocolo https, red TOR, VPN -Red Privada Virtual-).
• Encriptar el terminal o el contenido del mismo (contactos, fotos, documentos…).
• Descargar aplicaciones de mensajería instantánea que encripten nuestros mensajes.
• Limpiar periódicamente el teléfono (borrar archivos basura, memoria caché, historial de navegación, cookies…).
• No guardar contraseñas, usar contraseñas seguras y cambiarlas periódicamente.
• Utilizar el GPS sólo en caso de ser necesario. El resto del tiempo mantenerlo apagado.
CECU viene desarrollando a lo largo de este año, bajo la subvención de la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores.