Los expertos apuntan a problemas en la generación de electricidad relacionados con la sequía y el escaso viento y, especialmente, a la llamada “reserva de potencia adicional a subir”, que se utiliza de forma residual y que, si normalmente tiene un coste de 10 euros MWh, ayer alcanzó los 250 euros.
El actual sistema energético de nuestro país es de tal complejidad y opacidad que resulta casi imposible conocer los motivos que han desencadenado esa subida de la “reserva de potencia”, así como por qué se tuvo que echar mano de la misma para dar servicio a la población en un día de octubre en el que se vivieron unas temperaturas moderadamente altas para la época y en el que, por tanto, raramente los usuarios tuvieron que usar la climatización. ¿Se trata de falta previsión? ¿De una mala organización de los recursos energéticos? Además, ¿para qué sirven entonces la interconexión con Francia o los costes de interrumpibilidad y de capacidad que se pagan mensualmente en la factura y que supuestamente sirven para paliar los momentos de necesidad de energía?
Por desgracia, es casi imposible dar respuesta a esas preguntas mientras los ciudadanos van a ver, un mes más, cómo sube su factura y observan con preocupación lo que podría ocurrir durante los meses de invierno. Por ello, CECU reclama al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, una vez más, que se pongan los medios para modificar el sistema eléctrico de nuestro país. Con este fin, CECU considera que debería crearse una mesa de diálogo con todos los sectores implicados, incluyendo a los consumidores, que permita una reforma energética que fomente la transparencia en el sector, impida las constantes subidas de precios, ponga en su centro los intereses de los usuarios, acabe con las situaciones en las que la pobreza impide a los usuarios el acceso a una electricidad básica y apueste decididamente por las energías renovables.