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Comunicación

Reclamamos un apoyo decidido al campo basado en la transición agroecológica

foto por otra pac

La sequía, el aumento de los precios de la electricidad y de otros insumos, como los fertilizantes sintéticos, la incertidumbre por el desabastecimiento de cereales baratos de terceros países en guerra, la falta de servicios, la dificultad del relevo generacional, etc. Muchas son las razones por las cuales las explotaciones agrarias no están pasando por su mejor momento. Por ello, algunos sectores del medio rural han convocado una manifestación el próximo 20 de marzo en Madrid bajo el lema ‘Juntos por el campo’.

Su objetivo es denunciar que el sistema agroalimentario predominante no responde a sus necesidades, algo que la Coalición Por Otra PAC -de la que forma parte la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU)- comparte plenamente. Sin embargo, manteniendo nuestro apoyo decidido a las personas que viven y producen en el medio rural, no podemos compartir aquellas soluciones propuestas que significan una huida hacia adelante en auxilio de un sistema agroalimentario fallido y, en gran medida, responsable de la actual situación de crisis del medio rural.

Es necesario un apoyo claro desde la futura Política Agraria Común (PAC) para transitar hacia modelos agroecológicos como parte de la solución para conseguir un sistema sostenible a medio y largo plazo para las personas agricultoras, trabajadoras de la cadena alimentaria, consumidoras y el medio ambiente. El momento clave es ahora, cuando se está ultimando el Plan Estratégico de la Política Agraria Común para España (PEPAC) y comienzan a llegar los primeros fondos para la recuperación económica NextGen EU. Si se pierde esta oportunidad, no volverá a abrirse, por lo menos, hasta 2027.

En la marcha del domingo, para poner en valor el mundo rural, falta representación de otros agentes como son los agricultores ecológicos y toda una extensa red de fincas que apuestan por  producciones de alto valor socioambiental, como la ganadería extensiva, etc. todas ellas también ven su supervivencia amenazada. Ni de un número creciente de consumidoras que reclama alimentos saludables y sostenibles a precios justos y que no está de acuerdo con el sistema agroalimentario predominante, eminentemente industrializado. Por último, no estará presente el medio ambiente, perjudicado por prácticas intensivas que lo contaminan con excesos de plaguicidas y fertilizantes; lo desecan; y lo despojan de vida silvestre, poniendo en riesgo nuestra capacidad para producir alimentos. La Coalición también está preocupada por todos ellos, que aportan servicios clave para la sociedad -fijación de población, resiliencia, conservación de paisajes agrarios de alto valor natural, etc.-, no compensados económicamente por un cadena de valor y políticas inadecuadas que les expulsan del campo.

La Coalición, desde la perspectiva que le da llevar trabajando desde 2017 con entidades de ámbitos diversos como la ganadería extensiva, la producción ecológica, la defensa ambiental, el desarrollo rural, la nutrición y el consumo, propone y defiende como líneas básicas para contribuir al rescate de un medio -el rural- y las actividades y vidas asociadas a él:

  1. Renta justa para la producción sostenible
    Garantizar una renta y unas condiciones sociolaborales justas para las personas que producen alimentos sanos y sostenibles. Eso implica rediseñar las ayudas para asegurar la viabilidad económica de productores ecológicos, en Natura 2000 y los que con sus prácticas generan Sistemas de Alto Valor Natural, como la ganadería extensiva, la trashumante, de montaña o las dehesas, entre otros.
    Por el contrario, es necesario eliminar los subsidios perversos a actividades que dañan a las personas, el clima y la naturaleza. Entre ellos, los pagos directos de la PAC basados en derechos históricos; las inversiones en determinados regadíos con efecto negativo sobre ríos y acuíferos; o el apoyo a producciones ganaderas industriales con grandes impactos negativos ambientales, en el bienestar animal o relacionados con la resistencia a antibióticos. Asimismo, deben eliminarse todos los incentivos que distorsionan el comercio hacia posiciones alejadas de la sostenibilidad, dentro y fuera de la Unión Europea.
  2. Financiación para la transición a modelos agroecológicos
    Apoyar a las producciones agroalimentarias que desean dar el paso hacia la sostenibilidad, recompensando las prácticas beneficiosas para el medio ambiente y la sociedad. Acordar un diseño adecuado y una financiación suficiente para la nueva PAC, que incentive esta reconversión.
  3. Empleo, jóvenes y acceso a la tierra
    Acompañar el relevo generacional y los proyectos innovadores sostenibles para la lucha contra el desempleo y el despoblamiento rural, favoreciendo la diversificación de las actividades y potenciando la multifuncionalidad del medio rural. Estimular el empleo agrario estable y de calidad en lugar del incremento del número de explotaciones intensivas industriales, que destruyen más puestos de trabajo que los que generan. Fomentar figuras innovadoras o de solvencia probada, como la custodia del territorio, los contratos territoriales de explotación o los bancos de tierras para acceso a la misma.
  4. Mujeres
    Reforzar el papel de la mujer en el sector agroalimentario y atender sus necesidades en el medio rural. Garantizar la igualdad y la equidad real entre hombres y mujeres, continuar promoviendo la titularidad compartida de las explotaciones agrarias y facilitando medidas de apoyo personal, doméstico y social para asegurar la permanencia de las familias en sus entornos habituales, dentro del marco más amplio de la lucha contra el despoblamiento rural.
  5. Apoyo al Pacto Verde Europeo
    Alinear la nueva PAC con el Pacto Verde Europeo y con sus estrategias de “Biodiversidad 2030” y “De la Granja a la Mesa” que persiguen un modelo económico más sostenible en menos de una década. Entre sus objetivos está conseguir para 2030, la reducción en un 50% el uso de plaguicidas químicos y las  ventas de antimicrobianos para animales de granja y acuicultura. Además, pretende disminuir,  al menos un 20%, el uso de fertilizantes. También, busca que el 25% de todas las tierras agrarias se dediquen a la producción ecológica y que el 10% de la superficie agraria esté ocupada por elementos paisajísticos de gran diversidad.

La Coalición Por Otra PAC considera necesario abrir una reflexión sobre el sistema agroalimentario actual que no responde ni a las necesidades de los productores y productoras agrarias, ni tampoco de un número creciente de consumidores, que piden el acceso a alimentos justos, sostenibles y saludables. Ahora es el momento de actuar en el plazo inmediato, pero sin perder de vista el medio y largo plazo, evitando repetir los errores del pasado o permanecer en el statu quo. Para ello, el PEPAC debe transitar hacia un modelo agroecológico, justo y sostenible para abordar realmente los retos del medio rural.

Marzo 2022.