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Comunicación

Electrificación y eficiencia energética: las apuestas de CECU para hacer frente a la pobreza energética

La Federación de Consumidores y Usuarios CECU reclama a las administraciones mayor promoción y facilidades a las bombas de calor como alternativa al gas para abaratar las facturas de las personas consumidoras 

Con motivo de la celebración el próximo 27 de abril del Foro Consultivo de Ecodiseño, en el que los Estados Miembros de la UE debatirán las nuevas normas relativas a las características de calderas y estufas para ser consideradas ecológicas, la Federación de Consumidores y Usuarios CECU recuerda que la mejor opción para las personas consumidoras para abaratar costes, reducir la contaminación en los hogares y mejorar las condiciones de salud es apostar decididamente por el abandono del gas y las fuentes de energía fósiles. Para ello, es necesario que desde las administraciones se les pongan facilidades y se les acompañe en la electrificación de la calefacción y la implementación de medidas de eficiencia energética en el hogar.  

Las actuales medidas y ayudas disponibles destinadas a hacer frente a la pobreza energética, como el bono social eléctrico, siguen sin llegar a todas sus potenciales personas beneficiarias. Según el último informe publicado por CECU sobre la situación de la pobreza energética en España, en nuestro país hay 12,5 millones de personas en riesgo de exclusión y solo 1.285.796 personas beneficiarias de esta ayuda, lo que deja claro que esta medida es insuficiente.  

La pobreza energética es la situación de un hogar en que las necesidades básicas de suministro energético no pueden ser satisfechas, o la temperatura saludable de la vivienda no puede ser mantenida, ya sea como consecuencia del alto precio de los suministros, la insuficiencia de ingresos o por la ineficiencia energética de las viviendas. Al tratarse, por lo tanto, de una realidad compleja y multicausal, la respuesta desde las administraciones debe tener en cuenta esa complejidad e implementar medidas estructurales y transformadoras, que no se centren únicamente en el precio final de la electricidad. La mejora de la eficiencia energética de los hogares o la promoción de las bombas de calor son claves para hacer frente de manera efectiva a este problema y mejorar la situación de las personas consumidoras, especialmente de las más vulnerables. 

Apostar por la eficiencia energética es para CECU la manera de garantizar que todas las personas vivan en hogares saludables y agradables. Sin embargo, esta es una asignatura todavía pendiente en nuestro país. Según datos del mismo informe, de los certificados energéticos expedidos en 2021 a viviendas existentes, 4.116.398 fueron de una calificación peor que E, mientras que solo 300.847 obtuvieron un certificado C o superior. Esta falta de eficiencia explica en gran parte que el 43,5% de las personas consumidoras en España vivan en una situación de vulnerabilidad energética al no poder mantener sus hogares a una temperatura adecuada, según otro informe de CECU. La eficiencia energética es la única manera de garantizar que la energía que consumimos no se desperdicie, evitando así facturas abultadas y emisiones innecesarias.  

Por otra parte, CECU echa en falta una promoción decidida por parte de las administraciones públicas de las bombas de calor, sistemas de climatización que sirven tanto para el invierno como para el verano, que pueden funcionar con energías renovables y que son mucho más baratas que el gas y que cualquiera de sus alternativas, incluido el hidrógeno, que se calcula que encarecería las facturas de las personas consumidoras en el medio plazo. Conseguir acelerar el cambio de los sistemas de calefacción de gas a las bombas de calor significaría, además, avanzar en la independencia energética y proteger a los hogares españoles frente a shocks en el mercado internacional, como el vivido desde la invasión rusa de Ucrania.  

 

Más medidas contra la pobreza energética 

Además de estas propuestas, CECU demanda la realización de una auditoría de precios del mercado eléctrico para garantizar precios justos y transparentes. Reivindica, también, el avance hacia un sistema de tarifa social como alternativa al actual bono social, de concesión automática y comprensión sencilla, que reconozca el suministro energético como un suministro esencial.   

Para fomentar la participación de las personas consumidoras en el sector, CECU defiende las comunidades energéticas inclusivas, orientadas a garantizar el acceso a la energía, la rehabilitación energética y la formación de las personas consumidoras, sin perder de vista sus derechos. 

El Informe sobre la situación de la pobreza energética en España recoge estas y todas las propuestas en materia de energía de esta organización. 

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