El objetivo del encuentro, enmarcado dentro de las reuniones que habitualmente la empresa de distribución mantiene con estas asociaciones, es conocer aspectos del consumidor, relacionados con la agroalimentación, además de mejorar su protección y conocimiento fomentado un Consumo Responsable y Sostenible. En este sentido, la jornada, ha tratado de profundizar en los cinco campos, que en el seno de esta experiencia han venido trabajando las asociaciones durante los últimos meses y que dan como resultado la imagen final del consumidor actual:
1. El gran reto de la digitalización en el sector alimentario.
2. Nuevos hábitos del consumo de alimentos. Decisiones de compra, factores y entorno.
3. Seguridad Alimentaria: presente y futuro.
4. Cadena agroalimentaria sostenible ante el nuevo perfil del consumidor.
5. Responsabilidad social y empresarial y Desperdicio de Alimentos.
El análisis realizado revela que factores como la mayor preocupación por una alimentación saludable, la evolución tecnológica o la situación económica mundial han variado el comportamiento del consumidor. Éste hoy está más dispuesto a buscar lo que necesita, dispone de más opciones e información y ha aprendido a comprar donde se encuentra aquello que quiere. En muchos casos, se ha constatado que es determinante el factor precio, pero no es el único, y en ningún caso quiere renunciar a la calidad y la seguridad alimentaria.
Además, existen otros factores que están ejerciendo su influencia en los hábitos de compra: el consumidor comienza a demandar productos más saludables, medioambientalmente sostenibles, con formatos que faciliten evitar el desperdicio, y todo ellos, con mayores facilidades a través de los nuevos canales de compra.
Según el estudio realizado, actualmente hay un gran aumento del uso de las tecnologías para realizar la compra, propiciado por la necesidad de reducir el tiempo que se emplea para ello. Las redes sociales, con escasa penetración en los hábitos de compra del consumidor, se perfilan con uno de los factores claves en la próxima década. Por último, también se concluye que el nuevo consumidor valora mucho la disponibilidad de información, conocer qué está comprando o dónde se ha fabricado. Para ello, se vuelve esencial la comunicación 2.0, a la que el consumidor recurre para informarse y obtener una atención al cliente diferenciada. Se observa sin embargo, que los deseos e inquietudes del consumidor medio todavía no están sustentados en un conocimiento real e imparcial de aspectos como la nutrición, la ecología, el desarrollo sostenible o la formación de precios, entre otros.