Para este año 2015 las Naciones Unidas han escogido 3 subtemas:
1. Hacer las ciudades inclusivas y accesibles para todos.
2. Mejorar los datos y estadísticas sobre discapacidad.
3. Incluir a personas con discapacidad invisible en la sociedad y el desarrollo.
Estos subtemas nos preocupan, pues, por desgracia, son muy habituales. CECU ya se hizo eco de las denuncias más comunes que se desprendieron de la guía “Los derechos de los consumidores y usuarios con discapacidad” que el Consejo de Consumidores y Usuarios, junto con la Fundación ONCE y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) editaron en el año 2013. Volvemos, por tanto, a solicitar que las ciudades sean más inclusivas y a exigir a las administraciones públicas que adecúen las ciudades y las hagan accesibles.
En este sentido, insistimos en que los transportes públicos puedan ser utilizados por todos de la misma manera, sin condiciones. No podemos permitirnos que alguien por sufrir algún tipo de discapacidad, sea del grado que sea, no pueda trasladarse a determinados lugares (principalmente de las grandes ciudades) porque el transporte público no se lo permita. No estamos hablando de que escoja otros medios para conseguirlo, sino de que pueda hacerlo en las mismas condiciones que alguien sin grado de discapacidad.
Por otra parte, España carece de datos y estadísticas actualizados. Las administraciones tienen que disponer de estos datos para poder ser conscientes de la realidad, actuar y poder, entonces, ver la efectividad de aquellas mejoras que se instauren. Necesitamos saber qué porcentajes hay y qué problemas surgen con mayor asiduidad para que se pueda actuar sobre ello. Esta idea debe trasladarse también a las reclamaciones y quejas más habituales que existen sobre la vulneración de sus derechos como consumidores y usuarios. El conocimiento de todos estos datos y su divulgación nos permitirá cumplir con el tercer subtema.
Terminamos citando y recordando el Artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derecho y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.