Este año la FAO celebra el Día Mundial del Suelo, bajo el lema ‘Los suelos, origen de los alimentos’: el 95% de los alimentos que consumimos provienen del suelo. Por este motivo, evitar la degradación del suelo es indispensable para garantizar el derecho a la alimentación de toda la población.
Según la Organización de las Naciones Unidas, “en los últimos 70 años, el nivel de vitaminas y nutrientes de los alimentos se ha reducido de manera drástica. Estamos ante una señal de alarma que coincide con el hecho de que “un 33% de los suelos del planeta están degradados”. Por este motivo, el Día Mundial del Suelo 2022 tiene como objetivo “concienciar sobre la importancia de los suelos para una producción alimentaria, una nutrición y unas dietas óptimas, a la vez que se reivindica un manejo sostenible que garantice la salud de nuestros suelos”.
Si el suelo es el origen de los alimentos, la forma en que producimos y consumimos alimentos debe ser respetuosa con el propio suelo. Necesitamos una transición que se aleje de la producción intensiva apoyada en suplementos químicos y extracción de recursos y nutrientes, y apostar por sistemas agroecológicos que mantengan los nutrientes, minerales y biodiversidad. Además, para que esta transición permita abastecer de alimentos a toda la población, debe ir unida a un cambio de dieta que fomente el alimento local y de temporada y que ponga en valor la proteína de origen vegetal para reducir el consumo de carne.
En conclusión, no es posible conservar nuestros suelos en buen estado si no hay un cambio en nuestro modelo alimentario. Y, por este motivo, en CECU creemos necesario considerar la alimentación no como un bien de mercado a través del cual obtener beneficios económicos, sino como un Derecho Humano: asegurar la disponibilidad de alimentos en cantidad y calidad suficiente a toda la población, sin comprometer a las personas ni al propio planeta.
