Semanas de bombardeo por el Black Friday: anuncios por la calle, televisión y redes sociales que nos lanzan ofertas, descuentos y generan nuevas necesidades en un llamado a consumir con frenesí antes de las navidades. En un contexto de crisis global donde nuestro sistema de producción y consumo ha superado los límites físicos del planeta, generando grandes impactos sobre los derechos humanos, los derechos laborales y el medio ambiente, parece increíble que las grandes empresas y gobiernos sigan fomentando el sobreconsumo en nuestras sociedades.
Los textiles serán de los productos más consumidos, siendo la moda un 53% de las ventas del Black Friday. Con la llegada de nuevas colecciones de ropa a las tiendas cada dos semanas, la moda rápida ha duplicado los volúmenes de producción textil. En Europa se consumen 26kg de textiles por persona, siendo una de las actividades más contaminantes de nuestro planeta y con constantes vulneraciones de los derechos de las personas trabajadoras de la industria.
Debemos detener este rumbo y caminar hacia la sostenibilidad socioambiental, el reparto equitativo de la riqueza, la solidaridad y las relaciones comunitarias de cercanía como base de nuestra sociedad.
La Comisión Europea ha adoptado la Estrategia para textiles circulares y sostenibles en la que se establece el objetivo de convertir los textiles sostenibles y expulsar la moda rápida para 2030, sin embargo, desde los estados y gobiernos locales no se están tomando las medidas para alcanzar este objetivo. Urgen políticas que transformen y promuevan la reducción y reutilización de bienes:
- Fomentar cubrir nuestras necesidades básicas reparando, intercambiando, compartiendo, generando tiendas gratis, mercadillos, cooperativas, espacios públicos para el intercambio.
- Prohibir la obsolescencia en todas las gamas de productos
- Eliminar la sobreproducción, limitando las nuevas temporadas de moda e incentivando la producción sostenible y asequible.
- Controlar la publicidad, vigilancia digital y técnicas de marketing que incitan al consumo y la creación de necesidades irreales. Introduciendo la perspectiva de género y detectando la publicidad diferenciada.
- Medidas de control sobre el papel de influencers en la población joven, especialmente si el contenido generado contribuye o incita a una normalización del sobreconsumo textil.
- Apoyar la producción local y el comercio de proximidad.
- Potenciar los canales de distribución cortos y justos como las cooperativas, tiendas de comercio justo, mercadillos de productorxs y diseñadores, los espacios de reparación.
Con la campaña ‘Tía, para qué?’ se señala la importancia de reducir los niveles de consumo y garantizar las verdaderas necesidades materiales y los espacios colectivos. Solo así podremos alcanzar la vida digna que nos merecemos globalmente, priorizando el bienestar ecológico y social.
El presente proyecto ha sido subvencionado por el Ministerio de Consumo, siendo su contenido responsabilidad exclusiva de CECU, 2023
