– Debemos tener mucha precaución al comprar las entradas a través de los carteles o panfletos que se suelen encontrar en la calle, ya que podríamos ser víctimas de algún fraude. Es mejor acudir a los canales oficiales de venta, donde aparecerá la oferta y los precios de forma transparente.
– El local que quiera realizar una fiesta de fin de año y que normalmente no se dedique a este tipo de actividades debe contar con una autorización administrativa. Es interesante asegurarse de que la tiene, algo que normalmente podremos consultar en nuestro ayuntamiento.
– Las empresas organizadoras deben contar con un seguro de responsabilidad civil y garantizar que el local cumple con las pertinentes medidas de seguridad contra incendios y con un plan de emergencias. Asimismo, no se debe superar el aforo máximo permitido: si vemos que se puede estar superando, es conveniente avisar a la policía para evitar males mayores.
– Hay que exigir que se cumpla lo que se diga en la publicidad, ya que tiene valor contractual. En este sentido, es fundamental guardarla junto al ticket o factura de la compra de la entrada, por si es necesario reclamar. En la publicidad, debe aparecer claramente lo que se incluye y los precios, tanto en local como en venta anticipada.
– El local debe tener en lugar visible la lista de precios y a disposición del público las hojas de reclamaciones oficiales. Para plantear la reclamación es recomendable pedir los datos de testigos y siempre conservar la publicidad y las entradas, realizando la reclamación en ese mismo momento para dejar constancia por escrito de nuestra presencia en la fiesta.