Actualmente, se permiten las rebajas en cualquier periodo a criterio de cada comerciante y la duración de las mismas también será decidida por cada tienda. Eso sí, el periodo de rebajas deberá estar anunciado en el establecimiento en sitio visible al público, incluso cuando esté cerrado.
Se mantienen, eso sí, los requisitos referentes a los precios, así que siempre deberán aparecer con claridad el precio anterior (el menor que hubiese sido aplicado sobre el producto en los treinta días precedentes) junto con el precio reducido, salvo que se trate de artículos puestos a la venta por primera vez. La rebaja también puede aparecer como un porcentaje de descuento que habría que aplicar respecto del precio anterior. Por otra parte, hay que recordar que los productos rebajados tienen que estar en perfectas condiciones y tener la misma calidad. Los productos con taras no son rebajas, sino saldos y así deben ofertarse.
El establecimiento puede imponer determinadas condiciones en época de rebajas. Por ejemplo, no admitir el pago con tarjeta, aunque para ello deberá anunciarlo en el mismo lugar donde se publicita su uso habitualmente. También es legal que los comercios establezcan ciertas condiciones a los cambios o devoluciones en rebajas. Hay que recordar que es una potestad que depende de cada comercio y que puede cambiar siempre que se publicite adecuadamente en la tienda. Por lo tanto, antes de comprar hay que consultar las condiciones de devolución o cambio de los productos rebajados. Hay que recordar que, en cualquier caso, si el producto tiene alguna tara o defecto, se mantiene el derecho al cambio o devolución del producto. Los productos rebajados disponen de las mismas garantías todo el año.
Si el establecimiento hace folletos de publicidad sobre sus rebajas es importante conservarlos, ya que lo anunciado tendrá carácter contractual. Esto, junto con el tique de compra nos permitirá poder reclamar en el caso de que se vulneren nuestros derechos. Las tiendas están obligadas a disponer de hojas de reclamaciones y las asociaciones de consumidores podemos ayudar en la gestión de las mismas, así que no hay que dudar en reclamar. Además, hay establecimientos adheridos al Sistema Arbitral de Consumo (con los que en caso de discrepancia el procedimiento es gratuito y más sencillo) por lo que es interesante buscar ese distintivo en las tiendas.