Como hemos podido constatar en las noticias, en los últimos años se ha producido un incremento del acceso y uso, por parte de los consumidores, a gases industriales y medicinales para su utilización en actividades lúdicas (gas de la risa, helio, hielo seco…). Dichos usos, lejos de ser inocuos suponen un grave problema de salud pública y de seguridad. Los consumidores, especialmente las franjas más jóvenes, desconocen los riesgos que asumen al manipular y utilizar estos gases y los problemas que pueden generar en su salud.
Desde CECU estamos convencidos de que las únicas herramientas posibles para prevenir lo anterior son la información y la formación sobre los riesgos que acarrean el uso irresponsable de dichos gases.
Pero además, esta concienciación y sensibilización también ha de llegar a quienes facilitan el acceso a estos productos y a las entidades sociales que directa o indirectamente están en contacto con la ciudadanía. La formación en la escuela, especialmente en las últimas etapas educativas, respecto del concepto de consumo responsable y la protección del derecho a la salud y a la seguridad es una necesidad para garantizar hábitos de vida saludables y carentes de riesgos innecesarios en generaciones futuras.
A partir de lo anterior CECU creó este espacio en el que, en coordinación y cooperación con la Asociación de Fabricantes de Gases Industriales y Medicinales (AFGIM), se incluye información sobre el uso responsable de los gases industriales y medicinales a disposición de todos los consumidores para su consulta.
Los objetivos de este espacio son:
• Protección del derecho a la información, a la salud y a la seguridad de los consumidores.
• Promoción de buenas prácticas y uso responsable de los gases por usuarios no profesionales.
• Disminución de las situaciones de riesgo y accidentes por el mal uso de los gases en actividades de ocio.
• Concienciación sobre los riesgos para la salud que conlleva el mal uso de los gases.
Programa
10:30 Recepción de asistentes
11:00 Inauguración. Panel I
• El derecho de los consumidores a la salud y a la seguridad. D. Fernando Móner Romero -Presidente de CECU-
• La vigilancia y el control del mercado en la protección de los derechos del consumidor. D. Nelson Castro Gil –Director General de Consumo-
• El uso responsable de los gases industriales. Problemática en los entornos de ocio. D. Juan Antonio Labat Arangüena -Director General de FEIQUE
Preguntas
12:00 Desarrollo. Panel II
• Ponencia. D. José Senén Pena – Secretario de la Comisión de Seguridad y Medioambiente de AFGIM-
• Consecuencias para la salud por el mal uso de los gases industriales.
Dña. Carmen Martos – Facultativa del Servicio de Información Toxicológica (SIT). Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses-
Modera: D. Manuel Carbó Martínez. Director del Centro de Investigación y Control de Calidad – CICC
Preguntas
13:00 Clausura. Panel III
• D. José María Revuelta -Presidente de la Junta Directiva de AFGIM-
• Dª Ana Etchenique Calvo –Vicepresidenta de CECU
13:30 Catering
Sí, hablar como pitufo puede ser peligroso para nuestra salud. Al inhalar helio desplazamos el oxígeno de nuestros pulmones, lo que puede causarnos asfixia y en casos severos daño cerebral por la falta de irrigación de oxígeno al cerebro.
Además, podemos quemarnos si entramos en contacto directo con el gas, porque su manipulación es peligrosa.
Al contrario que el helio, inhalar hexafloururo de azufre produce una voz grave, imponente. Sin embargo, se trata de un gas bastante más pesado que el aire, por lo que a nuestro cuerpo le cuesta mucho esfuerzo eliminarlo. Su consumo puede provocar narcosis* y asfixia, cuyas consecuencias pueden llegar a ser fatales. Además, su uso frecuente es tóxico para el organismo.
¡No hay voz que justifique asumir estos riesgos!
*Estado más o menos profundo de adormecimiento que procede del uso de los narcóticos
Aunque se está difundiendo su consumo para fines lúdicos, debido a su efecto narcótico, el óxido nitroso es un gas industrial y medicinal. Se utiliza como anestésico en intervenciones dentales, como propelente en la industria gastronómica* y como combustible. Puede encontrarse este tipo de cápsulas en ferreterías, donde se comercializa para los dispensadores de nata batida.
Por tanto las cápsulas de óxido nitroso no son para uso recreativo.
*Impulsor de sustancias contenidas en aerosoles.
Sí, su inhalación reduce considerablemente el juicio y la coordinación motora, lo que puede ocasionar accidentes y lesiones. Asimismo, puede producir náusea, vómitos, ataques de asma e incluso alteraciones cardíacas y pulmonares, que pueden llegar a ser fatales. Además, su consumo directo puede ocasionar quemaduras en la piel y órganos internos.
En Reino Unido, donde más extendido está el consumo de este gas como narcótico, la Oficina Estatal de Estadística (Office for National Statistics) reporta 29 fallecimientos entre 2010 y 2017 relacionados con el consumo de óxido nitroso.
La venta de este gas es legal, sin embargo comercializarlo para consumo recreativo, es decir para ingerirlo o inhalarlo, podría tipificarse como un delito contra la salud pública recogido en el Código Penal y acarrear penas de entre tres meses y cuatro años, además de ser una infracción en materia de consumo que podría conllevar importantes sanciones. Bajo esta figura ya ha habido varias condenas, principalmente en las Islas Baleares, donde se ha registrado el mayor consumo de este gas como droga, adquirido en locales de ocio, ferreterías o venta callejera.
Sí, las personas podemos ingerir demasiado oxígeno. Sabemos que el oxígeno es fundamental para el funcionamiento de nuestro organismo, sin embargo su inhalación en estado puro por personas sanas puede tener consecuencias negativas. En la actualidad se comercializan cápsulas de oxígeno en bares y espacios de ocio, porque su consumo genera sensación de bienestar. Sin embargo, llenar nuestro cuerpo de oxígeno por encima de los valores normales puede generarnos daño pulmonar.
No. El hidrógeno es un gas altamente explosivo, por lo que tiene que ser manipulado con mucha cautela. En presencia de fuego puede ocasionar explosiones y por tanto, quemaduras muy graves a las personas que están en el lugar.
Aunque el globo de hidrógeno sea más barato, es aconsejable comprar globos inflados con helio o inflar los globos en casa con aire.
El hielo seco produce un efecto estético muy llamativo de niebla en piscinas y jacuzzis. Pero no te dejes llevar por la apariencia, la presencia de este gas puede tener consecuencias serias para la salud. Por su temperatura fría, puede ocasionar quemaduras graves y por su emisión de CO2(g) al sublimarse -es decir al pasar del estado sólido al gaseoso- puede causar asfixia. Además, su manipulación debe realizarse con medidas especiales de protección porque en contacto con la piel produce quemaduras por frío.
En el mundo de la coctelería se ha introducido el uso del hielo seco por su efecto estético llamativo. Sin embargo, este hielo no puede consumirse como el hielo común, porque su ingesta puede producir quemaduras graves en los órganos digestivos. Por tanto, si te dan una bebida con hielo seco, asegúrate de que lo quiten y de que se haya evaporado toda la niebla antes de bebértela.
La preparación de bebidas con hielo seco o su almacenamiento en casa para otro uso no es recomendable, dado que se trata de un producto que tiene que manipularse y almacenarse con muchas medidas de seguridad. Al contacto con la piel puede provocar quemaduras por frío, su uso o almacenaje en espacios cerrados puede ocasionar asfixia y puede llegar a estallar si se expone a temperaturas por encima de los 20º grados.
Si eres un cocinero aficionado y has decidido probar esas recetas de alta cocina que utilizan nitrógeno líquido debes extremar las precauciones. Este gas tiene una temperatura de -196º C, por lo que hay que manipularlo con guantes criogénicos. Además, mientras se utiliza hay que tener el espacio ventilado, porque puede desplazar la presencia de oxígeno y, por tanto, producir riesgo de asfixia para las personas presentes.
Para almacenar este gas se requiere un protocolo de seguridad que incluye guardarlo en tanques específicos, capaces de conservarlo adecuadamente. No tiene que moverse ni cerrarse herméticamente porque puede estallar, al pasar de su estado liquido al gaseoso.
Y recuerda, antes que nada, lee las instrucciones de uso e identifica los potenciales riesgos de su uso en un ámbito no profesional.
Los gases medicinales, al tratarse de un medicamento, requieren la presentación de una prescripción médica. En el caso de los gases industriales se comercializan mediante dos vías, las estaciones de llenado de los fabricantes o las ferreterías de escala y en ambos casos el distribuidor tiene que entregar las fichas de seguridad al usuario. La lectura y comprensión de estas fichas es fundamental para garantizar un uso responsable de los gases.
Si bien los gases también se pueden adquirir por internet, esta práctica es completamente desaconsejable. Al comprar de forma electrónica podemos estar adquiriendo un producto que no posee las certificaciones de calidad de la UE, lo que representa un riesgo para nuestra seguridad y la de los demás. Además, no contienen las fichas de seguridad ni el etiquetado de productos peligrosos correspondiente.
Llama al Servicio de Información Toxicológica (SIT), 915620420, disponible las 24 horas. Acude al servicio médico más cercano e informa inmediatamente sobre el gas que has consumido o al que has sido expuesto.
Si ves que se está produciendo un uso irresponsable de gases industriales o medicinales que representa un riesgo para la salud y la seguridad de las personas, comunícate con la Dirección General de Consumo de tu Comunidad Autónoma y con la Policía o Guardia Civil de tu zona.